Con la convicción de que el deporte es mucho más que competencia, la Municipalidad, a través de la Secretaría de Política Social y el programa de Fútbol Social, organizó el Torneo de Valores, un campeonato infantil donde el principal objetivo no fue ganar, sino aprender.
Niños de distintos barrios de nuestra ciudad se reunieron en la cancha para compartir una jornada cargada de emociones, compañerismo y aprendizaje. La propuesta, pensada para promover valores como el respeto, la disciplina, el trabajo en equipo, la honestidad y el juego limpio, demostró que el fútbol también puede ser una herramienta de transformación social.
“El deporte es un espacio para crecer, aprender y convertirnos en mejores personas”, expresó Francisco Japaze, organizador y profesor de la Escuela de Fútbol Social. Además, explicó que los equipos no solo compitieron por una copa tradicional, sino por un trofeo aún más importante: la Copa de Valores. Esta distinción fue entregada a quienes sumaron más tarjetas verdes, que premiaban actitudes ejemplares dentro y fuera de la cancha, como el compañerismo, el respeto por el rival y la honestidad en el juego.
El intendente Pablo Macchiarola también acompañó el torneo y destacó la importancia de este tipo de encuentros: “Vamos a seguir haciendo estas actividades, en las cuales no solo nos hace bien al cuerpo, sino sobre todo al corazón”, afirmó.
En Yerba Buena, el fútbol no es solo un juego: es inclusión, es salud, es futuro. Es una forma de alejarlos de los riesgos de la calle y ofrecerles un camino lleno de oportunidades.
Desde el municipio, celebramos y acompañamos estas iniciativas que siembran valores y construyen ciudadanía a través del deporte.